Policía rinde homenaje póstumo a José Abraham Martínez

Tnte. Grethel Vargas Espinoza

Nuevamente la Policía Nacional se encuentra de luto al perder a uno de sus oficiales, el Policía José Abraham Martínez, de 21 años, quien entregó su vida en el cumplimiento del deber la noche del domingo tres de junio, mientras restablecía el orden público en la ciudad de Masaya, lugar donde delincuentes lo asesinaron con arma de fuego.

Durante el homenaje póstumo, realizado en el Complejo Policial Faustino Ruiz, miembros de la Jefatura Nacional de la Policía, del Consejo Nacional, oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) y de otras estructuras policiales, representante de los poderes del Estado, del Ejército de Nicaragua, Ministerio de Gobernación y Ministerio Público, rindieron honores a este héroe de la Patria.

“Expresamos nuestro más profundo pésame a sus familiares, especialmente a su esposa Julissa Espinoza Ortiz, a su mamá Claudia Martínez Cornejo, a su bebé de dos años Yeneysi Julissa Martínez”, expresó el Comisionado General Francisco Díaz, Director General de la Policía Nacional por Ministerio de Ley.

Por Decreto Presidencial fue condecorada con la Medalla al Valor “Sub Comisionado Juan Ramón Tórrez Espinoza”. Además, fue ascendido al grado de Teniente, por disposición del Director General de la Policía Nacional por Ministerio de Ley, mismos que fueron entregados a sus familiares para su debida custodia y resguardo.

Policía reitera compromiso con la paz

“Lamentamos las circunstancias en que perdió la vida nuestro hermano, ofreciendo su vida por el bienestar de nuestras familias y de nuestra población que anhela la paz, la tranquilidad, la estabilidad y la seguridad ciudadana que gozamos todos los nicaragüenses a inicio del mes de abril de este año, y que ahora pretenden ser arrebatada por grupos que no quieren el bienestar, la prosperidad, la paz de nuestra nación y de nuestras familias nicaragüenses”, enfatizó Díaz.

Reiteró a los familiares de José Abraham, la solidaridad, el acompañamiento, apoyo y especialmente el compromiso con la paz y la vida.

El Comisionado General Díaz también destacó la disposición del cumplimiento constitucional del Teniente Martínez, y de miles de policías que como él arriesgan la vida cada día, aún en situaciones difíciles y complejas por la protección, el bienestar de las personas, las familias y comunidades.

“Lamentamos que personas con oscuro interés se han empeñado en dividir a nuestros pueblo al traer dolor y luto a las familias nicaragüenses, con las que nos solidarizamos por el fallecimiento de sus seres queridos”, reveló el Jefe Policial.

Rechazó toda manipulación sobre la labor de restablecimiento del orden público que se ha venido realizando por la paz, por la tranquilidad y la seguridad de todos. “Estamos convencidos que la única ruta para lograr una solución pacífica es el diálogo, sólo a través del entendimiento vamos a evitar muertes, daños y afectación a nuestra población”, agregó Díaz. “Respaldamos los esfuerzos de nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional que ha realizado en esta dirección”, enfatizó.

“En este momento difícil de la Patria, nuestra disposición, firmeza y energía para continuar cumpliendo las misiones constitucionales de nuestra Policía, de garantizar el orden interno, la vida, la integridad física, los bienes de las familias nicaragüenses”, concluyó el Jefe Policial.

Lo recuerdan por ser amable y servicial

“Es un joven, un compañero amigable, respetuoso, cumplido en su trabajo y con su familia, que siempre velaba por nosotros con mucho amor y cariño y no solamente pensaba en él, de esa manera lo vamos a recordar”, dijo el Policía Gerson Danilo Suárez Chávez, quien se graduó en el mismo curso con el Teniente Martínez.

Mi compañero de labores y amigo José Abraham, se destacó como un excelente Policía, él no le faltaba el respeto a nadie y es muy doloroso todo esto que estamos pasando, pero hoy vamos a tenerlo en el corazón y en nuestros pensamientos”, transmitió la joven Policía Rudy Sánchez.

Este hijo de la Patria deja a una niña de dos años en la orfandad, y un nuevo ser que habita en el vientre de su compañera de vida.

¡Que descanse en la paz de nuestro Señor!

¡HONOR Y GLORIA!