Tatiana Rodríguez Vargas
Hasta la Sede Central de la Policía Nacional, Complejo Policial Faustino Ruiz, amigos, familiares, compañeros de trabajo, se dirigieron para rendirle homenaje al Teniente Póstumo Marcos Antonio González Briceño, de 41 años, quien perdiera la vida a manos de delincuentes encapuchados, cuando lo interceptaron la tarde de ayer 11 de junio en una de las calles del barrio San José Oriental, cuando realizaba acciones de vigilancia y patrullaje.
Las y los cadetes de la Academia de Policía Walter Mendoza Martínez, Instituto de Estudios Superiores, cargaron en sus hombros el féretro hasta trasladarlo al mausoleo de Sandino, donde se erigen los nombres de los héroes y mártires que han ofrendado sus vidas para el fortalecimiento de la seguridad de las personas, familias y comunidades.
La bandera policial estaba colocada a media asta, como símbolo del luto que embarga a la Institución Policial.
En total fueron 21 balas de salva detonadas, al momento que se escuchaba el clarín, como signo del dolor de su pérdida física. Pérdida que es sentida por sus familiares, amigos y compañeros policiales.
En las palabras que dirigiese el Comisionado General Francisco Díaz, Director General de la Policía Nacional, por Ministerio de Ley, expresó sus condolencias a su mamá doña Martha Mireya Briceño, y le entregó el grado póstumo de Teniente, y la medalla al valor Juan Ramón Tórrez Espinoza, como parte de un acuerdo presidencial.
“Fue cobardemente asesinado a las 4:15 de la tarde, el día once de junio, en el barrio San José Oriental, por criminales armados mientras realizaba labores de patrullaje, garantizando el restablecimiento del orden público, la libre circulación para nuestras familias y comunidades”, manifestó el Director General.
Con profundo dolor expresó que “lamentamos el fallecimiento del Teniente Marcos, quien prestó de forma ininterrumpida 12 años y cuatro meses de servicio, destacándose en labores de prevención, de persecución del delito, contribuyendo de forma decidida con total entrega y abnegación al desarrollo de nuestra Policía Nacional y ahora sacrificando su vida por el bienestar de las personas, familias y comunidades que anhelamos la paz y tranquilidad y seguridad ciudadana”.
Exhortó a seguir trabajando por el bien común “consientes de los riesgos que conlleva nuestro deber patriótico de luchar por una Nicaragua más segura y próspera. Reiteramos a nuestro pueblo en estos momentos difíciles para nuestra Patria, nuestra disposición, firmeza y energía para continuar cumpliendo nuestras misiones constitucionales”.
A este homenaje también se unieron representantes de diferentes poderes e instituciones del Estado.
El Teniente Póstumo estuvo en diferentes especialidades de la Policía Nacional, siendo parte de la Brigada Especial de la DOEP, luego conductor de la División de Relaciones Públicas, y actualmente era de la oficina de operaciones de Managua.
Un hombre jovial
Su jovialidad era parte de su personalidad, alegre, disciplinado, obstinado en algunas ocasiones, pero siempre con su amor de seguir sirviendo a la patria, portando orgullosamente su vestimenta azul celeste.
“Compartió de cinco a seis años allá con nosotros en la DOEP, posterior estuvo en el TAPIR; era una persona carismática, tranquila, amistosa, sobre todo el espíritu de cuerpo lo hacía sobresalir entre las tropas”, mencionó el Capitán Marlon Moreno, Jefe de Operaciones y Planes de la DOEP, con quien compartió labores por muchos años.
Desde joven quería ser Policía, así lo menciona el Comisionado en condición de retiro Cash David. “Conocí a Marcos, un joven de pelo largo, en los semáforos del Riguero, donde él vendía periódico, y siempre contaba con sus aspiraciones que quería ser policía, y al darme cuenta de la noticia de ayer, porque fue dolorosa. Siempre fue un hombre jovial, y hoy lamentamos la pérdida de este joven que con tanto entusiasmo siempre quiso ser parte de nuestra fila”, dijo David.
Sin lugar a duda una gran pérdida para la Institución Policial.
¡Honor y Gloria al Teniente Marcos González Briceño!
Que descanse en la paz del Señor.
