Valeria Díaz Álvarez
A un año de la sensible pérdida de la Inspectora Juana Francisca Aguilar Cano, su memoria y legado continúa vivo en los corazones de los miembros de la Institución Policial, sus familiares y el pueblo de Jinotepe que la vio nacer y crecer.
Un 21 de abril del año 2018 murió esta Héroe de la Paz y la Seguridad, mientras restablecía el orden en el sector de la rotonda Cristo Rey, cuando Juana falleció apenas tenía nueve meses de pertenecer a las filas policiales, un sueño que siempre anheló desde que era muy niña.
Sus amigos, familiares y compañeros de trabajo, la recuerdan y describen como una mujer luchadora, soñadora y abnegada con su hijo, el pequeño Diego Alexander.
“Han pasado 365 días y el recuerdo de la hermana Juana Francisca Aguilar perdura en nuestras mentes, como aquel día de abril en el que se convirtió en semilla y se entregó a todos los nicaragüenses, precisamente días antes de que comenzarán las primeras lluvias, con lo cual tenemos la seguridad que esa semilla llamada Juana Francisca ha germinado y se ha convertido en bandera de paz”, expresó el compañero Mariano Madrigal, alcalde de Jinotepe.
Por su parte, el Comisionado Mayor Pedro Rodríguez, Jefe de la Delegación de Carazo manifestó que “la Inspectora Juana Francisca Aguilar Cano fue la primera mujer de la Policía Nacional que abonó con su sangre para que nosotros el día de hoy estemos trabajando, para que el día de hoy estemos todos haciendo un trabajo en equipo”.
Doña Corina Cano, madre de la Inspectora Juana Francisca reconoció y valoró que la Institución Policial realizara esta ofrenda floral, ya que de esta manera no olvidan a su hija quien entregó la vida por la seguridad y paz de los nicaragüenses.
En conmemoración del primer aniversario de su muerte, miembros de la Delegación Policial de Carazo, la alcaldía municipal y su familia depositaron una ofrenda floral, donde descansan sus restos.