“Espíritu de servicio”, el legado de la Teniente Zaira

Tatiana Rodríguez Vargas

Sonriente, carismática, alegre y perseverante son algunas de las características con la que oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) recuerdan a la Teniente Zaira Julissa López, Heroína de la Paz y la Seguridad, a quien hoy le rindieron un emotivo homenaje a un año de ese fatídico 25 de junio de 2018, donde ofrendó su vida en cumplimiento de su misión constitucional, al restablecer el orden en el municipio de Nagarote, departamento de León.

El Comisionado General Jaime Vanegas, Inspector General de la Policía Nacional, en compañía de los Comisionados Generales Xavier Dávila, Justo Pastor Urbina, Luis Barrantes y Olivio Salguera, Secretario General de la Jefatura, Jefes de la DOEP, Masaya y la Dirección de Seguridad Pública, respectivamente, presidió este tributo en memoria de “Juli” a como le llamaban cariñosamente a la Teniente.

Asimismo se unieron la madre de Zaira, Simona Mercedes López, su hija Itzel Nicole Obando López, familiares, compañeras y compañeros de trabajo.

Durante el homenaje predominó la oración y alabanza, agradeciendo a Dios por todo lo bueno y pidiendo el discernimiento para alcanzar la paz en nuestro país. Los pastores de la Iglesia Ríos de Agua Viva, elevaron una oración al Omnipotente por las familias nicaragüenses, por el eterno descanso de Zaira y todos los oficiales que ofrendaron su vida por restablecer el orden.

Espíritu de servicio

En su intervención, el Comisionado General Jaime Vanegas manifestó el dolor que embarga a la Policía Nacional por nuestros héroes, sin embargo a un año del fallido intento golpe de Estado continúan con “la frente en alto, diciéndole a nuestro pueblo y a la comunidad internacional aquí está esta Policía Nacional con la disposición de seguir sirviendo a nuestro pueblo, de seguir garantizando la seguridad ciudadana, de seguir trabajando en defensa de la paz”.

El Inspector General elogió la fecha de nacimiento de Zaira, porque “nació el 04 de mayo que es el día de la Dignidad Nacional, y fue asesinada el 25 de junio, Día del Árbol en Nicaragua”.

“Zaira dejó un legado para todos nosotros, un compromiso y que nuestra vida Institucional continúa con el espíritu de servicio hacia nuestro pueblo”, aunque su pérdida física dejó un vacío en la Institución y sobre todo “en su familia, para sus hijas, para su mamá. Un consuelo que no podemos dar nosotros, queremos darlo pero sólo Dios puede aliviar los corazones, aliviar la tristeza y la nostalgia de la ausencia”.

Indicó que la labor que realizan cada uno de las y los oficiales es “estar en la calle, tenemos que transmitir seguridad, transmitir tranquilidad, seguridad, tenemos que garantizar la paz, esa es la misión que tenemos y la vamos a seguir cumpliendo”.

Perdonar y amar

En cada intervención los pastores suplicaban a Dios por la sanidad en el corazón y alma de cada nicaragüense, para alcanzar la paz.

“El Señor nos enseña que sólo en él podemos encontrar la paz que tanto necesitamos nosotros los nicaragüenses, y que la esperanza está en Jesucristo que dijo ´Yo he vencido al mundo´, reconocer que sólo Dios “puede poner paz en el corazón de nosotros”.enfatizó el Pastor Edwin Guevara, de la Iglesia Ríos de Agua Viva.

Reveló que “Dios tiene algo grande para la Institución Policial que ha abierto las puertas a Cristo, algo grande tiene preparado para los Jefes de Policía, porque han abierto las puertas a ese mensaje de Jesucristo, de esperanza, de consuelo que sólo en el Señor lo podemos encontrar”.

Seguir sus pasos

Su hermana la Teniente Karen Patricia Prieto López, mencionó que siempre apoyaron la idea que Zaira fuese Policía. Y ahora que ya no está insta a que sigan los pasos de su hermana.

“Queremos agradecer este homenaje y que sigan manteniendo el legado de ella, que su sacrificio que hizo, de entregar su vida por restablecer el orden en el país no sea en vano. Nosotros como familia es un vacío que no se va a llenar, pero esto es un estímulo y que sigan manteniendo su memoria”, manifestó la Teniente.

Durante el acto se hizo entrega de una foto de Zaira con sus hijos, así mismo sus compañeras de labores decoraron el pasillo que lleva el nombre de la Teniente, cómo símbolo que su memoria y legado sigue presente.

¡Honor y Gloria a la Teniente Zaira Julissa!