Su legado continúa latente

Tatiana Rodríguez Vargas

Era un ocho de julio de 2018, cuando la población de los municipios de Diriamba y Jinotepe volvían a respirar libertad, después de haber pasado más de 40 días secuestrados por grupos antisociales, quienes les llenaron de temor y zozobra con sus actos vandálicos.

Ese día sería uno de los más alegres de sus vidas, porque también fueron liberados más de 400 transportistas de carga internacional que habían sido secuestrados, sin embargo, para la familia policial fue de dolor, porque dos de sus oficiales cayeron valientemente ese mismo día, por cumplir su misión constitucional de restablecer el orden y recuperar la paz en ese territorio.

El Inspector Faber Antonio López Vivas fue cruelmente asesinado por impacto de bala en Jinotepe el ocho de julio, momento en el que el Teniente Hilario de Jesús Ortiz Zavala, haciendo suya la premisa de la DOEP: “juntos salimos, juntos regresamos”, con amor, valentía y heroísmo fue tras su rescate, siendo también impactado por un proyectil de arma de fuego.

Ambos oficiales se sumaron a la lista de los Héroes de la Paz y la Seguridad, noticia que fue dada a conocer a través de la Nota de Prensa 79-2018.

Un excelente padre y policía

Aún recordamos las palabras que expresó el Primer Comisionado Francisco Díaz, Director General de la Policía Nacional, en el homenaje póstumo dedicado al Teniente Hilario Ortiz: “realizaba labores de restablecimiento del orden público en la carretera Panamericana Sur, para llevar protección, tranquilidad y seguridad a las personas, familias y comunidades del departamento de Carazo, cumpliendo con nuestra misión constitucional de proteger la vida y la integridad física de los y las nicaragüenses”.

Originario de Granada, con apenas 30 años de edad, este hombre sirvió a su pueblo a través de la Institución Policial por cinco años y siete meses, y estaba ubicado en la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP).

Dejó en la orfandad a dos niños: Idania Alexandra Ortiz Pérez y José David Ortiz Gutiérrez, los dos menores de seis años.

El dos de noviembre, sus amigos, compañeros de trabajo y familiares visitaron su tumba. Su viuda, Sebastiana del Carmen Pérez acompañada de su hija Idania, manifestó con nostalgia: “yo sé que él está muy satisfecho, porque él cumplió y murió con las botas puestas como él decía, sus palabras fueron muy duras para mí, pero era lo que él quería, yo sé que él no quería morir, porque quería tener una vida junto con nosotras, él es un héroe para mi hija y para mí”.

¡HONOR Y GLORIA AL TENIENTE HILARIO DE JESÚS ORTIZ ZAVALA!

Recordando a otro Héroe de la Paz

Dos años y siete meses tenía de servirle al pueblo nicaragüense, a través de la Institución Policial, el Inspector Faber Antonio López Vivas, quien a sus 23 años amaba ser Policía.

 

Compañera de vida Faber

Él era originario del municipio de Santo Tomás, departamento de Chontales y estaba ubicado en la Delegación Policial de Zelaya Central. Sin embargo, se encontraba especializándose en Técnica Canina en la DOEP, cuando los antisociales orquestaron el fallido golpe de Estado, siendo cruelmente asesinado en Jinotepe un ocho de julio.

Al recordar su vida y entrega, el Primer Comisionado Francisco Díaz dijo: “nuestros policías ofrendaron sus vidas para garantizar la paz y la tranquilidad de nuestra población”.

Sus compañeros de trabajo y amigos le recuerdan como “una persona alegre, amistosa, entregada a su trabajo, con principios y valores, solidario y con gran amor a su pueblo”.

A un año de su paso a otro plano de vida, rendimos tributo a este Héroe de la Paz y la Seguridad.

¡HONOR Y GLORIA NUESTROS HÉROES DE LA PAZ Y LA SEGURIDAD!