Rindiendo honores al Padre de la Revolución Popular Sandinista

Tatiana Rodríguez Vargas

Con una flor en sus manos para rendir honores al Comandante Carlos Fonseca Amador, así se hicieron presentes el Primer Comisionado Francisco Díaz Madriz, Director General de la Policía Nacional, acompañado del Comisionado General Horacio Rocha, Ministro Asesor del Presidente de la República para Asuntos de Seguridad, así como miembros de la Jefatura y Consejo Nacional de la Institución, al mausoleo donde se erigen los restos mortales del Padre de la Revolución Popular Sandinista, al conmemorarse el 47 aniversario de su paso a la inmortalidad.

“El día de hoy la Policía, el pueblo de Nicaragua rendimos homenaje en su 47 aniversario del paso a la inmortalidad del Comandante en Jefes de la Revolución Popular Sandinista, el Comandante Carlos Fonseca Amador, Héroe Nacional, a como dijera el Comandante Tomás Borge ´Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren´, en su legado nos dejó su valentía, su heroísmo, siempre trabajó por el beneficio de nuestro pueblo que hoy ve concretizado bajo la dirección acertada de nuestra Jefatura Suprema”, mencionó el Primer Comisionado.

Señaló que como “Policía, Carlos Fonseca vive en nuestros corazones y en la defensa de garantizar la Paz, la Seguridad y estabilidad para nuestras familias y para el pueblo nicaragüense”.

De igual manera, el Cuerpo de Música de la Policía Nacional Comandante Julián Roque Cuadra y los cadetes de la Universidad de Ciencias Policiales Leonel Rugama “Que se rinda tu madre” con su presencia enaltecieron esta ofrenda floral por parte de la Institución Policial, como símbolo del compromiso y lealtad a cada una de las enseñanzas e ideales que nos heredó.

“Cuando apareciste, llegaste a nosotros, con tus ojos miopes, azules intensos, fuiste desde entonces el hermano terco, indeclinable, sempiterno”, así resuena el poema hecho canción al Comandante Carlos Fonseca Amador y que hoy en toda Nicaragua se entona con mayor fuerza al recordar el 47 aniversario de su paso a la inmortalidad.