Homenaje Póstumo a patrulleros caídos en cumplimiento del deber

Cintya Tinoco Aráuz

Con la bandera a media asta, 21 balas de salva fueron detonadas nuevamente en el Mausoleo de los Caídos, en el Complejo Policial Faustino Ruiz, hasta donde fueron escoltados los féretros del Sub Inspector Julio César Narváez Valle y el Sub Oficial Mayor Howar Antonio Urbina Flores, fallecidos esta mañana en el cumplimiento del deber.

Los féretros de los caídos, que se desempeñaban como oficiales del Departamento de Vigilancia y Patrullaje de Managua, fueron primeramente cargados en hombros por sus compañeros, para luego ser recibidos y escoltados por cadetes de la Academia de Policía “Walter Mendoza Martínez” y la Primera Comisionada Aminta Granera, Directora General de la Institución Policial quien junto a la Jefatura Nacional en pleno, se solidarizaron y ofrecieron sus condolencias a los familiares de los policías fallecidos.

“Hoy compañeros y compañeras Policías se han apagado dos vidas valiosas pero tenemos dos nuevas estrellas brillando fulgurantemente en el firmamento glorioso de nuestros héroes y mártires”, exaltó la Primera Comisionada. (Palabras Directora General PN Acto de Homenaje Póstumo >>)

A este momento de luto y  dolor, se unieron representaciones del Ejército de Nicaragua, Ministerio Público, Asamblea Nacional y Ministerio de Gobernación, quienes rindieron guardia de honor a los caídos.

  

Ascenso en grados y condecoración

Durante el homenaje, la Primera Comisionada ascendió póstumamente al grado de Inspector al Sub Inspector Julio César Narváez y de Sub Inspector al Sub Oficial Mayor Howar Antonio Urbina, grados que fueron entregados a sus madres y esposas.

 

En reconocimiento a su vocación de servicio y sacrificio, mediante Acuerdo Presidencial, se  otorgó la Medalla Al Valor “Subcomisionado Juan Ramón Tórrez Espinoza”, que representa la más alta distinción entregada a un miembro de la Policía Nacional.

En las honras fúnebres estuvieron presentes bloques representativos de las  diferentes estructuras policiales quienes rindieron honores al paso de los féretros de los policías caídos.

Huella imborrable

“Su sacrificio no es estéril, florece con su entrega y deja una huella imborrable en nuestros corazones y en la memoria institucional, su ejemplo, reclama de nosotros un profundo compromiso indoblegable, un amor a la patria sin límites, un ejemplo de virtud, de valor y la voluntad de servir desinteresadamente a nuestro pueblo”,  reconoció la Primera Comisionada Aminta Granera.

Además aseguró cada héroe y mártir caído representa para la Policía Nacional de Nicaragua más motivos y razones para trabajar en la misión de mantener la tranquilidad, paz y alegría del pueblo.

Trabajo contundente contra la delincuencia

La Jefa Policial reiteró que la Institución continuará trabajando por la seguridad de las familias nicaragüenses “luchando con mayor determinación e intensidad en contra de las bandas delincuenciales y grupos criminales que pretenden alterar la tranquilidad conquistada y construida por todos y todas los nicaragüenses”.

“Conocerán una respuesta oportuna, contundente y rigurosa de cada hombre y mujer policía que cada día, hora y minuto velan por la seguridad en todo el territorio nacional”, aseveró Granera.

“Howar y Julio son ya para nosotros emblemas de sacrificio, fuentes inagotables de orgullo institucional, ellos murieron de pie, bañados de honor y de gloria, vivirán siempre en cada operativo, patrullaje, servicio que nuestro pueblo nos demanda”, finalizó la Primera Comisionada.