Último adiós al Teniente Póstumo Hilario Ortiz

Mayco Montiel

Familiares, amigos y compañeros de trabajo del Teniente Póstumo Hilario Ortiz, le dieron el último adiós en el cementerio Periférico de Managua,  lugar donde las lágrimas y  tristeza de ver partir a un hijo, hermano, amigo y a un héroe de la patria se hizo sentir entre los asistentes, quienes unidos al féretro entre cantos y alabanzas a Dios dieron gracias por la vida concedida al Teniente Póstumo.

Doña Zayda Zavala, madre del compañero caído, expresó que su hijo deja en ella un dulce recuerdo “fue un muchacho que cumplió con su deber, que fue muy bueno, un muchacho que lo quiso todo el barrio donde se crió, él era un muchacho que tenía un corazón noble y que nunca lo voy a olvidar, siempre estará en mi corazón”.

A pesar del dolor de perder a su hijo doña Zayda manifestó también el heroísmos de su ser querido “el murió defendiendo los derechos del pueblo, dio su vida para que ellos fueran libres y no se merecía que los vándalos lo mataran”.

“Los locos de la casa”

El hermano mayor por parte de madre del Teniente Póstumo Hilario, Alexander González, recordará a su hermano que junto a el eran como los dos loco de la casa “lo recordare fregador, chilero, bromista, juguetón así los voy a recordar toda la vida, éramos locos él y yo, fuimos los más loco de la familia”.

Por su parte el maestro de arte marciales Jairo Aguirre destacó al compañero caído como un hombre respetuoso, servicial y un chavalo que tuvo un futuro por delante “tuve la dicha de conocerlo hace diez años, cuando llego a mi escuela de artes marciales, fui su maestro y logró desarrollarse en el deporte antes de entrar a la Policía y lo vamos a recordar todos los amigos de la escuela, del barrio y me duele mucho su perdida”.

Cadetes de la Academia de Policía entregaron la Bandera de Nicaragua y de la Institución Policial a la esposa del Teniente Póstumo, Sebastiana del Carmen Pérez, quien la recibió entre lágrimas abrazándola entre su pecho como signo del orgullo de su compañeros que no se rindió nunca por ver una Nicaragua Libre.

Los restos del Teniente fueron depositados en la bóveda donde también descansan los restos de su papá Hilario Ortiz.

¡Honor y gloria a nuestros héroes y mártires!