Tatiana Rodríguez Vargas
La Delegación Policial de Estelí celebró el 39 Aniversario de Fundación de la Policía Nacional con el ascenso en grados policiales y reconocimientos a los hombres y mujeres que visten el azul celeste uniforme y han entregado sus fuerzas para salvaguardar la Paz y Seguridad de las familias de estelianas.
La Ceremonia de ascenso en grados policiales estuvo presidida por la Comisionada General Glenda Zavala, el Comisionado Mayor Alejandro Ruiz Jefe Policial de este Departamento y autoridades locales, quienes se unieron a estos 73 uniformados que escalaron un peldaño más en su carrera policial en bien de su pueblo.
El Jefe de Bloque Abel Herrera Castillo, ascendido a Comisionado reconoce que este ascenso es un compromiso con su familia y con su pueblo, se siente “contento y feliz de adquirir un nuevo compromiso y una nueva responsabilidad, seguir trabajando a como nosotros lo prometimos, e hicimos la promesa de Ley de seguir trabajando desde, por y para la comunidad”.
Merecido Reconocimiento
Durante la actividad fueron ascendidos dos oficiales al grado de Comisionado, un Sub Comisionado, tres Capitanes, cuatro Tenientes, once Inspectores, nueve Sub Inspectores, 15 SubOficial Mayor y 25 Sub Oficiales, asimismo fueron condecorados 16 compañeros, de lo cuales cinco recibieron la Medalla al Valor Sub Comisionado Juan Ramón Tórrez Espinoza, en Segunda y Tercera Clase, uno con la Medalla al Mérito Primer Comisionado Cristiam Munguía Alvarado y 10 compañeros recibieron la Medalla al Servicio Distinguido Comandante de Regimiento Saúl Álvarez Ramírez en Segunda y Tercera Clase.
El Teniente Hugo Uriel Sequeira, Oficial ascendido y condecorado con la Medalla al Valor se “agradecido a Dios por estar con vida, no han sido fáciles esta temporada, pero estamos muy felices, muy contentos de que se reconozca nuestro trabajo, y nos da mucha satisfacción compartir con los compañeros el momento glorioso de ser ascendidos en esta ocasión a Teniente y Medalla al Valor”.
En esta celebración los Oficiales de Policía alzaron su mano derecha en señal de juramento para cumplir las misiones y tareas que se les encomienden y renovaron su compromiso de servir a su pueblo, garantizando la alegría y la Paz de las familias nicaragüenses.
