Mayco Montiel

Con mucha alegría y fervor las familias nicaragüenses salieron a celebrar la tradicional Gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María, una noche llena de fe y amor a la madre de Dios. Las familias unidas y grupos de amigos cantaron y celebraron por diferentes lugares de la capital a la Patrona de Nicaragua.

De casa en casa, de altar en altar fue notorio ver a las familias compartir con todo el pueblo la tradicional gorra, un signo de amor y devoción a la Reina del país.

“María nos da mucha alegría en el corazón, porque es la madre de Jesús, nosotros ya tenemos casi 47 años de celebrarla, andamos en toda la colonia cantando y gritando”, expresó Gema Velázquez, devota.

“Me siento muy gozosa y muy alegre  de estar celebrando a mi Madre Santísima, y sobre todo compartiendo con todas las personas”, manifestó doña Nora Orozco, quien cuenta que tiene 30 años de honrar a la Virgen.

Al son de los instrumentos musicales

La alegría por demostrar el amor a María, llevó a sacar hasta los instrumentos, en esta ocasión varios grupos con gran ritmo cantaban al toque de percusiones, bongoes, bajos y marimbas.

“Ya tenemos más de 15 años de celebrar a la Virgen María, una tradición por todos los milagros recibidos, por la obra de Dios, quien nos ha bendecido grandemente a nuestra familia”, manifestó Suyen Sánchez del barrio San Judas.

Por su avanzada edad encontramos en el barrio la Esperanza sentada en una silla a doña Lorena Álvarez, quien lleva casi 40 años de celebrar a la Virgen María “es una gran cantidad de gente que viene a mi altar, es la alegría del pueblo a nuestra madre a quien le pido siempre por la paz de Nicaragua”.

Seguridad total 

Esta tradicional celebración de los nicaragüenses no se vio empañada durante nuestro recorrido por los barrios San Judas, la Esperanza, Monseñor Lezcano y la Colonia El Periodista de la capital, porque era visible la presencia de oficiales de la Policía Nacional, quienes discretamente cuidan y velan por la seguridad y tranquilidad de todo el pueblo que sale a las calles a cantarle a la Madre de Dios.

“Gracias a Dios todo se ha mantenido con normalidad y siempre nosotros pidiendo la intercesión de nuestra Madre Santísima, para que siempre celebremos este espíritu mariano que tenemos nosotros los nicaragüenses”, expresó Ana Isabel Mejía, del barrio la Esperanza.

“Aquí todo normal, nada ha pasado y que la gente siga con la tradición de celebrar a María”, manifestó Víctor Castaño, del barrio San Judas.

Don Walter Herrera, del barrio Monseñor Lezcano reconoció que como todos los años la Gritería es “normal, alegre y no ha sucedido nada, al gente está caminando tranquila de casa en casa”.

Chicos y grandes en sus manos cargaban dulces, naranjas, caña, baldes, vasos, tazas, caramelos, entre otras cosas, que los promesantes de la virgen María comparten con el pueblo como parte de su promesa a la Purísima..

El control de focos delictivos, la regulación del tránsito y otras acciones policiales fueron visible en esta actividad mariana, donde la Institución Policial a través del Plan María garantizó la paz y el buen desarrollo de esta actividad religiosa.