Muere doña Hilda González, madre del Cmdo. General Denis Pérez

Mayco Montiel

Admirada por ser una mujer de gran corazón, cristiana y revolucionaria, es recordada entre familias y amigos doña Hilda González Dávila, madre del Comisionado General Denis Perez, Jefe de la Seguridad Aeroportuaria, de la Policía Nacional.

“Ella fue una excelente madre, una excelente esposa y todos sus hijos la recordamos con gran respeto, hemos visto esa solidaridad de la comunidad, porque era una persona estimada en la comunidad y no solo en el seno de la familia; ella era muy amorosa, sincera y muy querida por la comunidad”, expresó el Comisionado General Denis Pérez.

Pérez, destacó que doña Hilda González, aparte de ser un ejemplo de madre fue “una gran revolucionaria” en todo el sentido de la palabra, como madre fue una gran colaboradora histórica del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

“Nosotros sus hijos nos integramos a la lucha, ella siempre con ese amor de madre se solidarizó y nunca nos reprochó nada, siempre tomó una posición solidaria, como una buena sandinista, fue una gran madre”, manifestó orgullosamente el Comisionado General.

Doña Hilda con gran corazón revolucionaria, tuvo la dicha de ver a sus hijos unidos en la lucha revolucionaria, siendo uno de sus hijos el Guerrillero Edgar Pérez, abonó su vida por ver a una Nicaragua libre, quien es recordado como un héroe y mártir de San Isidro.

Gran carismática

Durante la misa de cuerpo presente en la iglesia de San Isidro Labrador, a doña Hilda, también se le recordó como una mujer muy cristiana, quien por más de 20 años profesó su fe en la renovación carismática “Vida en el Espíritu Santo”.

“Fue una mujer muy entregada a las cosas del Señor, ella confiaba plenamente en el Espíritu Santo y en el compromiso que como cristiana había hecho, como una ovejita pasó un proceso de ocho años para ser coordinadora de un grupo de renovación carismática, logró pasar la prueba y hasta que sus fuerzas se agotaron ella dejó de servir y sin embargo jamás dejó de orar”, cuenta doña Floricelda Cardoza, Coordinadora de la Renovación Carismática, en San Isidro.

Mujer de gran corazón, querida por el pueblo de San Isidro, madre fiel y gran cristiana, así fue recordada doña Hilda González, quien ahora descansa en la paz del Señor.

Doña Hilda muere a sus 81 años, dejando orgullo y valentía en sus hijos, nietos, bisnietos y amigos. Sus restos serán sepultados en el cementerio del municipio de San Isidro.