Héroes de la Paz y Seguridad de Morrito siguen vivos en la memoria de los nicaragüenses

Cintya Tinoco Aráuz

Eran las 2:30 de la tarde del 12 de julio del año 2018, cuando grupos delincuenciales apostados en los tranques instalados en el empalme de Morrito, del departamento de Río San Juan y San Pedro de Lovago, en Chontales, se dirigieron bajo la mampara de una marcha pacífica hacia las instalaciones de la Delegación Policial y la Alcaldía Municipal, las que fueron cobardemente atacadas con armas de fuego.

Esta acción criminal cobró la vida del Comisionado Luis Emilio Bustos López, el Sub Oficial Mayor Marlon José Requene López, el Sub Oficial Lenín Ernesto Olivas Alaniz, el Policía Faustino Téllez Vargas y el profesor Marvin Ugarte, Héroes de la Paz y la Seguridad que con su sangre abonaron a la defensa de la Paz y la Seguridad.

A un año de este atroz asesinato sus familiares, compañeros de trabajo y pobladores de Morrito y de todo el país honran su memoria y reafirman el compromiso de mantener vivo el legado de los Héroes de la Paz y la Seguridad.

Homenaje Póstumo

Durante el Homenaje Póstumo del Comisionado Mayor Luis Emilio Bustos López realizado en la Delegación Policial de Carazo “Primer Comisionado Cristian Munguía” el Comisionado General Aldo Sáenz Ulloa, Subdirector General de la Policía Nacional reconoció el buen desempeño que este servidor público realizó durante su carrera policial.

“El Comisionado Mayor Bustos López murió por su compromiso por el pueblo, por la lealtad a nuestra Institución Policial, mantuvo una actitud ejemplar en lo más de 33 años de servicio ininterrumpido en esta Institución, demostrando disposición a todas las tareas encomendadas, su espíritu por aportar cada día más a esta Institución lo concretizó al convertirse en un profesional en medio de las dificultades que conlleva la labor policial”, mencionó el Subdirector General en ese momento.

Además hizo entrega de los grados de Comisionado Mayor póstumo y la condecoración Medalla al Valor “Subcomisionado Juan Ramón Tórrez Espinoza” a su viuda, la señora María Ligia Navarrete, para su debida conservación y custodia.

“Él siempre estaba buscando como llegar al trabajo, siempre lo apoyamos mis hijos y yo, siempre lo apoyamos cuando él se iba porque pasaba hasta meses sin regresar a la casa, siempre fue un padre excelente”, dijo mu adolorida su viuda.

Su hijo Everth Bustos aseguró que su padre le heredó “los principios y valores, me enseñó a ser justo, correcto. Como padre y como Policía lo admiraba”.

“Él dedicó mucho tiempo a la Institución, y a su familia, es algo que hacen todos los oficiales. Pero él siempre cumpliendo con su deber, y eso que lo tomen como ejemplo los oficiales”, expresó su hijo, el joven Everth Bustos, quien su ejemplo como padre le transmitió principios y valores “me enseñó a ser justo, correcto. Como padre y como Policía lo admiraba”.

Los restos del Comisionado Mayor reposan en el cementerio municipal de Diriamba, donde desde hace un año es su última morada.

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Otro de los Héroes de la Paz caído en cumplimiento de sus misiones constitucionales fue el Teniente póstumo Lenín Olivas Alaníz, 29 años de edad, quien era originario del municipio de San Carlos, Río San Juan.

El Teniente Olivas tenía cinco años y siete meses de pertenecer a la Policía Nacional, desempeñándose como Oficial de Vigilancia y Patrullaje y posterior como Agente de Tránsito, tiempo donde demostró un alto espíritu de servicio, entrega y disposición a las misiones encomendadas.

De igual manera el Teniente póstumo Marlon José Requene López, de 39 años, originario del municipio de San Carlos, departamento de Río San Juan, estaba ubicado en la Delegación Policial Departamental. Al momento de su muerte tenía ocho años y tres meses de servir al pueblo nicaragüense a través de la Institución Policial.

El Teniente Requene López se desempeñó como Oficial de Vigilancia y Patrullaje, y luego como Agente e Investigador de Tránsito, destacándose por su profesionalismo, vocación de servicio, humanismo y amor a la Patria.

Con 52 años de edad y originario del municipio de Juigualpa, Chontales, el Inspector póstumo Faustino Téllez Vargas sirvió a la comunidad de Río San Juan como Policía de Vigilancia y Patrullaje, desempeñándose en sus labores con un alto nivel de responsabilidad, amabilidad y servicio a su pueblo.

A pocos meses de sus muertes, sus compañeros de trabajo, amigos y familiares visitaron las tumbas de los oficiales caídos, donde depositaron ofrendas florales en conmemoración del Día de los Fieles Difuntos.

La memoria y legado de estos cuatro Héroes de la Paz y la Seguridad sigue vigente en el trabajo que día a día realiza la Policía Nacional para consolidar la tranquilidad, seguridad y bienestar de las familias y comunidades nicaragüenses.

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¡Comisionado Mayor Luis Emilio Bustos López presente!