Santo Domingo recorre los barrios orientales en Seguridad

 

Tatiana Rodríguez Vargas

Centenares de devotos de Santo Domingo de Guzmán, se dispusieron a acompañar el tradicional recorrido que realiza la diminuta imagen en los barrios orientales, pagando sus promesas por favores recibidos.

Desde las primeras horas del día, la imagen de “Minguito” salió de su morada para enrumbarse hacia el mercado Oriental, seguido de los barrios: Ciudad Jardín, El Paraisito, Tenderí, San José Oriental, Bóer y Campo Bruces, donde las familias salen a su encuentro.

Ahí es notoria la presencia de oficiales de la Policía Nacional, para resguardar la tranquilidad y seguridad de quienes participan en esta celebración católica.

“Se está desarrollando con tranquilidad, todos los feligreses están cumpliendo sus promesas en paz. Estamos realizando la cobertura de cierres escalonados, vigilancia a pie para estar pendiente de algún hecho delictivo que pueda afectar el recorrido de todos los feligreses”, aseguró la Comisionada Mayor Thelma Collado, Jefa Policial del Distrito Cuatro.

Tarea que se realiza en coordinación con los cargadores tradicionales, “la Policía ha venido resguardando el orden que se debe dar, la Policía viene resguardando el orden, nosotros hablamos con el Comisionado General Borge y le dijimos vamos por los carteristas que andan ahí aprovechándose del poco dinero que andan las personas”, señaló don José Alarcón, mejor conocido como Chico Largo, presidente de los Cargadores Tradicionalistas de Santo Domingo.

Pagando sus promesas

Con una réplica de la imagen de Santo Domingo, adornada por él, así iba el pequeño Rafael Medina, y comentó que desde muy pequeño realizó una promesa para que su hermanito menor mejorara de una enfermedad.

“Mi hermano tenia flema en los pulmones y no le daban vida, le recé a “Minguito” y él lo sanó, y siempre vengo a pagarle la promesa”, dijo este niño que iba con su guayabera roja.

Con su güipil rojo iba doña Johanna Jarquín, quien baila desde hace 45 años a Santo Domingo porque le concedió la vida. “Le doy gracias a Santo Domingo que me dio la dicha de curarme de mi enfermedad, desde que tenía tres años mi mamá me traía chineada porque no podía caminar, y caminé a los cuatro años un cuatro de agosto”, dijo esta devota.

Cada cuatro de agosto la imagen peregrina por los barrios orientales y es cargada por los fieles devotos, que pagan sus promesas por favores recibidos.

La presencia oportuna de la Policía Nacional para acompañar la fe del pueblo y celebrar con respeto esta tradición se está garantizando durante todas las festividades en honor a Santo Domingo de Guzmán.