Valeria Díaz Álvarez
Al aproximarse las fiestas en honor a la Concepción de María, el cuerpo médico y trabajadores del Hospital Carlos Roberto Huembes de la Policía Nacional, dieron inicio al primer día de la novela a la Concepción de María.
El Sub Director General de la División de Servicios Médicos, Comisionado General Rolando Padilla, dio inicio al novenario con el tradicional grito de ¿Quién Causa Tanta Alegría?, a lo que todos ahí presente respondieron: ¡La Concepción de María!
El Comisionado General Padilla dio unas palabras de bienvenida y agradecimiento “estamos iniciando la novena a la Virgen María, vamos a cantar con devoción, con alegría, con la paz que en este momento nuestra Nicaragua, está en paz, alegría y solidaridad, esperemos que en estos nueve días sea de un fervor religioso, constante y sonante para nuestra Virgen María y que la Paz en nuestro pueblo sea una realidad”.
Esta tradición inició hace más de 15 años, donde todas las especialidades del Hospital Carlos Roberto Huembes, tienen la oportunidad de compartir un día de la novena con todo el personal médico.
Una devoción de generación en generación
“Un nuevo año dándole gracias, ella nos permite seguir en la lucha, con esa gran devoción que tiene nuestro pueblo y que siempre la vamos a tener y que nadie nos va a quitar, esta bendición que Dios nos da es todos los años, participamos todos los servicios es una actividad de integración, son 40 servicios eso se divide entre los días que la rezamos”, expresó la Comisionada Mayor Edelmira Trejos, Jefa de Personal y Cuadros de la División de Servicios Médicos.
Por su parte, la Gineco-obstetra, Dra. Rosa María Darce manifestó sentirse contenta al iniciar la novena a la Concepción de María “con mucha alegría, la devoción del mundo es un gran placer estar aquí celebrando esta santa devoción a la Virgen Santísima”.
En este día las especialidades de Ginecología, Pediatría, Imagenología y Cirugía fueron los encargados, al finalizar el rezo del primer día a la novena en honor a la Virgen María los presentes entonaron cantos alusivos a la Madre de Dios y recibieron su respectiva gorra o brindis.
