Un legado de Paz imborrable

Valeria Díaz Álvarez

Con la presencia de familiares, amigos, compañeros de trabajo y miembros del Consejo Nacional de Policía Nacional, se desarrollan las honras fúnebres del Inspector Luis Alexander Mendieta Alemán, quien el día de ayer ofrendó su vida en el cumplimiento de su servicio, al acudir a un llamado de emergencia en el reparto Cailagua, del departamento de Masaya.

El lnspector Mendieta Alemán se rindió ante la muerte, el día de ayer a esos de las 5:00 de tarde en el Hospital Escuela Lenin Fonseca de Managua, la familia policial lamenta la pérdida de este hermano quien prestó su servicio a la comunidad de manera ininterrumpida durante tres años y tres meses.

Sus padres Grisellt Alemán y Luis Manuel Mendieta le recuerdan como un hombre que desde niño soñó con ser policía, un muchacho jovial, alegre, muy trabajador y responsable con su familia.

“Él era apegado a su profesión, dedicado, amante a su trabajo en la Institución, desde pequeño él quería ser policía, era su sueño, aun con mi dolor me siento orgulloso porque fue un ejemplo para mí, me demostró su valentía”, expresó entre sollozos Luis Manuel, padre de Luis Alexander.

Por su parte doña Grisellt Alemán manifestó que su hijo “era muy bueno, era un hombre maravilloso, bien responsable, un hombre que fue entregado a lo que él amaba, me siento gozosa de que mi hijo le sirvió a la Patria y eso nunca se me va a olvidar y espero que a ustedes nunca se les olvide que mi hijo dio su vida por ver una Nicaragua en paz”.

Su vela se está realizando donde fue su casa de habitación en el municipio de Masatepe, el día de mañana lunes dos de diciembre, se realizará un homenaje póstumo y posteriormente sus restos serán trasladados al camposanto de la localidad.

El joven de apenas de 21 años de edad pertenecía a la Dirección de Operaciones Especiales Policiales, este hombre héroe de amor dejó en la orfandad a una niña de 2 años y medio de edad.

¡Honor y Gloria a nuestros hermanos caídos en el cumplimento de su servicio!

¡Honor y gloria!