Capitalinos se desbordaron para cantarle a la Reina de la Paz

Tatiana Rodríguez Vargas

Miles de familias capitalinas salieron de sus hogares para cantar, de altar en altar, a la Madre de Dios, en la advocación de la Inmaculada Concepción de María, participando de la tradicional Gritería, actividad religiosa que se  vivió con mucha fe, devoción y seguridad.

Niños, jóvenes y adultos realizaban filas para entonar algunas estrofas de las canciones tradicionales en honor a la “Conchita”, y así obtener su respectiva gorra o brindis que es proporcionado por los anfitriones del hogar.

“La iniciamos hace trece años, con una promesa que le hicimos a mi abuela y a mi hermana que estuvieron enferma y hasta hoy la hemos vivido con devoción como tenemos que vivirla”, mencionó Elizabeth Solís, quien realizó su altar en el barrio Monseñor Lezcano y muchos devotos llegaron a cantar.

El amor infinito por la Virgen María, permitió a la joven Otany Flores diseñar un sencillo pero hermoso altar a la Inmaculada, agradeciendo esa intercesión para que ella mejorara su salud cuando aún era pequeña.

“La promesa, mi mamá la hizo por mí, yo estuve muy mal cuando estaba tiernita, le entregó mi vida a la Virgen y que la pusiera en mano de Dios. Mi mamá empezó con entregarle cosas a la Virgen con un familiar, porque no teníamos imagen, hasta que a ella le regalaron la imagen entonces ella inicia con la Gritería”, compartió esta devota.

En el recorrido de las diversas calles de Managua era notoria la presencia de oficiales de la Policía Nacional, quienes realizaban diferentes acciones a fin de que esta tradición religiosa se desarrollara en paz, tranquilidad y seguridad.

Así lo testificó el joven Favio Martínez, “he visitado bastantes altares, y todo ha estado muy bien. Hace poco pasaron unos oficiales de la Policía, nuestros favoritos acompañándonos siempre en nuestras festividades marianas y todo en orden”.

Esta tradicional Gritería se vivió con mucho fervor en todo el territorio nacional, esencialmente en el municipio de León, donde inició esta festividad religiosa, y donde la Policía se sumó y compartió la fe del pueblo.