18 años de la partida del Primer Comisionado Póstumo Christian Munguía Alvarado

Valeria Díaz

Sencillo, amigable y humanista, así es recordado el Primer Comisionado Póstumo Christian Munguía Alvarado, hoy 13 de mayo se conmemoran 18 años de su partida física de este plano de vida.

Christian Munguía se destacó en diferentes cargos importantes dentro del Ministerio del Interior, fue guerrillero y fundador de la Policía Nacional. Después del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista es destinado a ser Jefe de Matagalpa, cumplió esa misión hasta el año 1981.

Fue Jefe de las especialidades de Tránsito Nacional (1992-1997), Seguridad Pública (1997-2000), Investigaciones Económicas (2000) y luego fue llamado a formar parte de la Jefatura Nacional, siendo Sub Director General y en el año 2001 Inspector General.

Tenía 49 años cuando un delincuente común, le quitó la vida en los semáforos del Riguero en Managua, el 13 mayo del año 2002.

 

 


 

“Estoy convencido de que la policía sola no puede crear comunidades libres de amenazas delictivas, sino que requiere de la participación de todos, para desarrollar estrategias preventivas para la solución de los problemas, ya que los ciudadanos son los más afectados por el delito y por ende, los más interesados en encontrar soluciones y revertirlos”, expresó en noviembre del año 2000, el Primer Comisionado Póstumo Christian, dejando un mensaje: claro el trabajo tiene que ser “Policía-Comunidad”.


Ese legado permanece vigente, en cada acción y misión que desarrollan los Centinelas de la Alegría del Pueblo, por la seguridad de las personas, familias y comunidades.

Entre las condecoraciones policiales, está la Medalla al Mérito “Primer Comisionado Christian Munguía Alvarado”, distinción que es otorgada a policías con una participación sobresaliente en el fortalecimiento de Seguridad Ciudadana y desarrollo Institucional.

A su viuda Juliana Hernández, y a sus hijos Sofía Margarita y Mario Santiago, la Policía le envía un abrazo solidario y lleno de afecto, con el compromiso de recordar siempre a este Jefe con su espíritu fraterno, tranquilo, solidario, amigable, honesto y humilde, en el compromiso de resguardar la paz y la tranquilidad del pueblo nicaragaüense.