Comandante Guerrillero David Blanco comparte experiencia con Cadetes

La tarde estaba tierna, la Academia de Policía lucía impecable, una pequeña brisa acariciaba los rostros de la valla de cadetes que sable en mano, esperaban con solemnidad al Comandante Guerrillero, al frente el Director de la Academia y más allá el Consejo de Dirección que también en formación aguardaban su llegada.

A las tres en punto, como estaba previsto, arribó la camioneta que trasladaba a este legendario y humilde guerrillero, miembro de la Primera Jefatura Nacional de la Policía y Primer Jefe de la Policía de Managua: David Blanco Núñez.

Descendió sonriente y avanzó a paso lento, la bienvenida fraterna, los cadetes erguidos le saludaron con solemnidad. Uno a uno fueron presentándose los jefes de la Academia, una buena parte de ellos jóvenes, él los escuchaba con atención y apretaba su mano con gesto de satisfacción.

Adentro, en el salón dedicado al también Comandante Guerrillero Walter Ferreti, dos docenas de cadetes, cinco por cada año de estudios, aguardaban con ansias la llegada del Comandante Guerrillero, uno de los artífices de la Policía Sandinista hoy Policía Nacional.

El Comisionado General Cairo Guevara, Director de la Academia, brindó las palabras de bienvenida, agradeciendo la presencia de quien había llegado desde occidente para conversar con los cadetes.

De hablar pausado, el Comandante Guerrillero poco a poco fue compartiendo su experiencia, desde que decidió irse a la clandestinidad. “Yo fui Policía y me siento con alma de Policía”, les dijo a los cadetes, y les agregó: “los éxitos de la Policía son mis éxitos”.

Les habló del impacto que tuvo en su vida cuando masacraron a Julio Buitrago, de  sus conversaciones con Carlos Fonseca, de la lucha en la clandestinidad y en la guerrilla a la par de René Vivas, Carlos Agüero, del trabajo próximo a Tomás y sus ideales, del coraje y liderazgo de Daniel, nuestro Presidente y Jefe Supremo.

En síntesis, con palabras sencillas, les habló de la pasión y conciencia revolucionaria, de la disciplina, de la lealtad a los principios, del compromiso patriótico, de la oligarquía opresora, de la necesidad de una Policía siempre vinculada con el pueblo, y les motivó a ir más allá, porque los jóvenes son el motor y los principales protagonistas de los cambios.

El Comandante también les habló de los frutos de la Revolución, de los logros en materia de educación, seguridad, salud, carreteras y en las zonas campesinas donde el progreso llegó

Las y los cadetes escuchaban con atención las palabras del Guerrillero, se habían preparado con tiempo, ya sabían de su lealtad al Frente, al Presidente  Daniel, de que no había querido ser Policía sino Agrónomo, pero por disciplina cumplió la orden cuando lo pusieron al frente de la Policía de Managua.

Uno a uno expresaron sus preguntas e inquietudes, las que fueron respondidas y aclaradas por el Comandante Guerrillero.

Al finalizar, otro grupo de cadetes le tenían preparado un pequeño pero significativo acto cultural, danzaron y declamaron, mostrando parte de su formación integral. El Comandante sonrió una y otra vez, aplaudió y gradeció el gesto de los estudiantes.

El Director de la Academia, en nombre del Primer Comisionado Francisco Díaz, le entregó una gorra con el distintivo de Fundador de la Policía, la que inmediatamente posó sobre su cabeza, y así salió del Instituto de Estudios Superiores, Academia de Policía “Walter Mendoza Martínez”, entre fotos y abrazos, siempre a paso lento y con una sonrisa en su rostro.

La actividad se desarrolló en saludo a los 42 años de vida institucional, como parte de ese interés de escuchar de viva voz a quienes aún tenemos con nosotros para contarnos la gesta de nuestros héroes y darnos razón de la causa por la que seguimos defendiendo los frutos de la Revolución, como Centinelas de la Paz y la Alegría del Pueblo.